El Sistema Nervioso Entérico, ubicado en el intestino está compuesto por 100 millones de neuronas, un centésimo del número de neuronas en el cerebro.

El SNE produce y almacena 95% de la serotonina en nuestro cuerpo. La serotonina es un neurotransmisor, una sustancia química que juega un papel importante en las emociones y el humor en general; en este caso en la inhibición de la ira o cualquier conducta impulsiva orientada a la agresión, la temperatura corporal, el apetito, el placer sexual o el placer en general.

El “segundo cerebro” tiene también una relación estrecha e íntima con el sistema inmunitario. 70% de nuestro sistema inmunológico se centra en el intestino para expulsar y matar a sus invasores.

Según Doctor Gershon, en parte nuestro bienestar físico y emocional cotidiano depende del “segundo cerebro”.

Aparte de la serotonina, el cerebro entérico produce otras sustancias psicoactivas que influyen el estado de ánimo que a través de plaquetas, viajarán hacia el sistema nervioso central atravesando la barrera hematoencefálica tal es el caso de la dopamina, que modula el dolor y está relacionada con la sensación de calma y bienestar.

Drogas como la morfina y la heroína actúan tanto sobre los receptores opiáceos que se hallan en el cerebro como en los que se encuentran en el intestino (es apropiado recordar aqui el impacto de la dieta), Ambos sistemas pueden hacerse adictos. (Importante para recordar lo indispensable de una dieta #TEA adecuada)

Un intestino intoxicado fabricará menos serotonina y neurotransmisores indispensables, en esa situación se puede presentar la ira, agresión, problemas en la temperatura corporal, el humor, el sueño, vómito, problemas de sexualidad y de el apetito, estreñimiento,estados de depresión e irritabilidad 
(están tristes pero no lloran), dificultad para dormir, dolor crónico, dolor de cabeza, manos y pies fríos.

Investigaciones recientes sugieren que la serotonina juega un papel importante en la regeneración hepática y actúa como mitógeno (que induce la división celular) a lo largo del cuerpo, afecta al funcionamiento vascular así como a la frecuencia del latido cardiaco, regula la secreción de hormonas, como la del crecimiento. Cambios en el nivel de esta sustancia se asocian con desequilibrios mentales como la esquizofrenia o el autismo infantil.

También desempeña una función importante en el trastorno obsesivo compulsivo, un desorden de ansiedad. 

Entre las funciones fisiológicas de la serotonina destaca la inhibición de la secreción gástrica, la estimulación de la musculatura lisa y la secreción de hormonas por parte de la hipófisis. Los bajos niveles de serotonina en personas con fibromialgia explican en parte el porqué de los dolores y los problemas para dormir. Dichos niveles bajos se han asociado también a estados agresivos, depresión y ansiedad e incluso a las migrañas, debido a que cuando los niveles de serotonina bajan, los vasos sanguíneos se dilatan.

Desempeña una función importante en la proliferación linfocitaria dependiendo del tipo de receptor estimulado. (Respuesta inmunológica)

A éste punto considero más importante ir directo al grano cuando se trata de autismo, ir directo a sanar el intestino en primera instancia que ir suplementando GABA y otros recursos para nivelar neurotransmirores y hormonas y ésto es sólo un extracto de investigación pero recomiendo ampliamente leer el libro de la dra Natasha Campbell-McBride quien recuperó a su hijo con lo que explica en su libro Sindrome del Intestino y la Psicología GAPS.

Pasar años poniendo muletillitas de soporte a un metabolismo que no funciona y que puede mejorar tratando el intestino y así mismo al cerebro en sus funciones es más que suficiente para seguir tratando y sanando los intestinos de nuestros hijos.

Para seguirnos en Facebook:
http://www.facebook.com/tratandoelautismoya

Para unirte a nuestro grupo:
http://www.facebook.com/groups/teaYA